Eterno cool kid, un habitual de las fashion week y de los cameos en la pantalla, casi se nos podría olvidar que Kid Cudi es también es un magnífico rapero. «Day ‘n’ nite» tiene ya 12 años. Está claro que esto no nos rejuvenece, y lo que es peor: nos recuerda amargamente que la carrera de Kid Cudi podría haber sido mucho más deslumbrante, ya que un talento tan grande habría merecido expresarse más durante los últimos diez años
«Tumultuosa»: una palabra que parece adecuada para describir la trayectoria de Scott Ramón Seguro Mescudi. Llegó a Nueva York con veinte años, dejó su huella en el hip-hop mundial tres años más tarde con su icónica canción que lo tiene todo para triunfar: además de dejarse ver en multitud de carteleras mundiales, lo vio y luego le hizo firmar un tal Kanye West. Fruto de ello llegaron colaboraciones en algunas de las obras más importantes de la década: The Blueprint 3, 808s & Heartbreak, ahí queda eso… Lanzado, saca los Man of the moon, álbumes completos, intrigantes e innovadores… Kid Cudi se convirtió en ese chaval insolentemente talentoso que sabía cómo mezclar perfectamente a la gente sin perderse nunca. Por desgracia, no sería ni siquiera un spoiler anunciar que el resto de su «carrera» no está a la altura, carrera entre comillas ya que desde Man of the moon (¡2010!) es difícil trazar realmente vínculos entre sus diferentes proyectos que nos permitan comprender el perfil del nativo de Cleveland.
Detrás de un aparente egocentrismo, hay que decir que el artista se perdió un poco, pregonando una y otra vez la necesidad constante de independencia, terminó aislándose, y dejó de ser comprensible para una fanbase bien sólida, como lo demuestra el fracaso de su proyecto de rock Wizard. En su deseo de meterse donde nadie se lo esperaba, resultó que no se encontró con mucha gente en esas sendas alejadas donde repetía sin cesar sus discursos antisistema que – a fuerza de querer encriptar las cosas – quitan las ganas de descifrarlos.
Después de este periodo turbio, Kid Cudi vuelve a sus raíces en 2018 asociándose de nuevo con Kanye, en una especie de revival estruendoso forman juntos KIDS SEE GHOSTS, una especie de catarsis artística en la que los dos raperos proclaman (¿gritan?) sus andanzas psicológicas con mucha potencia y mucho éxito. Lejos de sus discursos en solitario, Cudi parece haber revisado su discurso marginal, ya que uno de los «bangers» del año es fruto de una colaboración con Travis Scott en la que la locura de Kid Cudi parece haber encontrado de nuevo su utilidad inicial: revelar el genio artístico de Mescudi. Con la promesa de un álbum para el 2020 (venga, todavía quedan algunos meses), el anuncio de un álbum conjunto con The Weeknd entre otros, nos enfrentamos al tradicional doble o nada del final de carrera, ¿subirá finalmente a un trono que abandonó durante casi diez años, o decidirá quedarse al pie de un reino que no hacía sino esperarle? Continuará.