La paleta de colores que te harán vivir el otoño de otra manera

Ago 21, 2025 | Brands, Fashion

Cada año, con el final del verano y la vuelta de vacaciones, se imponen nuevos tonos, o más bien micromatices de los ya existentes. Esta temporada, el vestuario se articula en torno a gamas neutras y contrastes atenuados. Caqui suave, lila apagado, rojo ladrillo, gris antracita… El color ya no grita, sino que susurra. La prenda se convierte en un lienzo que refleja un estado de ánimo más interior, con una paleta de tonos que esboza una manera de encarar la temporada con mucha dulzura.

Unas tendencias cromáticas que se confirman

La vuelta al cole 2025 no va a ser revolucionaria en cuanto al color, solamente va a matizar sus usos. Algunos tonos se imponen como evidencias: verde oliva, marrón chocolate, lavanda, gris, verde césped, amarillo pastel o incluso mostaza. Colores ni demasiado marcados ni totalmente difuminados, que juegan con el equilibrio entre luz e intensidad.

¿Cuál es su punto fuerte? Pues que combinan entre sí con sutileza. El verde oliva pega de maravilla con el gris, el verde césped contrasta con elegancia con el marrón, y el morado lavanda se ilumina en contacto con el amarillo pastel. Llevados en toques discretos o en bloques de color afirmados (como en Miu Miu o Saint Laurent), redibujan las siluetas de la temporada otoñal con modernidad.

En Calvin Klein, el gris se convierte incluso en la materia prima de la silueta: declinado en un traje recto de sobria elegancia, se asocia fácilmente con tonos más vivos. En las combinaciones más minimalistas, estos colores funcionan como realces visuales: un bolso color lavanda combinado con un tejido denim bruto, una blusa mostaza que surge bajo una chaqueta de color negro o una camisa blanca bajo un abrigo color chocolate. Un vestuario que afirma un minimalismo colorido, discreto pero sofisticado.

Cuando el día a día se convierte en un moodboard

Esta vuelta a una paleta más instintiva, más sensorial, también se refleja en la mirada que dirigimos a lo que nos rodea. En TikTok, algunos creadores de contenido como Katy Lames o Marc Ranger transforman sus paseos cotidianos en verdaderas composiciones cromáticas. Una fachada verde agua, un muro amarillo pastel, una rama en tonos óxido y verde musgo o un cartel lila desteñido sobre un fondo de ladrillo… Cada detalle se convierte en una fuente de inspiración.

El artista canadiense Marc Ranger, que dedica toda su cuenta a estas armonías visuales, tiene como biografía: «Noticing and sharing», una invitación a mirar de otra manera. Por su parte, Katy Lames describe sus deambulaciones como un juego visual: «Life becomes a joyous game of eye spy».

Estos contenidos reflejan una nueva manera de enfocar el color, que ya no se percibe como una tendencia dictada por las pasarelas, sino como un lenguaje vivo, directamente extraído de los objetos, de las texturas y de los paisajes cotidianos. Una especie de diccionario visual donde cada combinación, por simple que sea, cuenta una historia o evoca una emoción.

Para los más reacios a las escapadas cromáticas, existen diccionarios de combinaciones de colores disponibles en librerías o tiendas especializadas. ¿Por qué pueden ser interesantes? Pues porque sirven tanto para vestirse como para decorar el hogar. Para quienes tienen un alma creativa, también pueden ser útiles para la creación de cerámicas, dibujos o cuadros. Un recurso accesible para aprender a componer, a sentir y a traducir visualmente un ambiente.

El color como punto de partida

Antes incluso de hablar de ropa, quizá sea necesario aprender a reconocer los colores que tenemos a nuestro alrededor. En las paredes de las ciudades, en los folletos de un museo, en el mantel de un café o en la luz de un atardecer. Los tonos de otoño ya están entre nosotros, al alcance de la vista sin que les prestemos mucha atención.

Los estilistas lo saben: muchos moodboards nacen de una pared de piedra, de un libro abierto, de una fruta madura. ¿Y si el otoño 2025 fuera el momento perfecto para reaprender a observar? Una temporada para desacelerar, agudizar la mirada y componer el vestuario como se compone una imagen: con sentido, equilibrio y una buena dosis de intuición.

Artículo de Julie Boone.