Tendencias 2025: por qué las hebillas no se llevan solo en el cinturón

Dic 22, 2025 | Fashion, Lifestyle, Style

Aunque durante mucho tiempo las hebillas se han lucido sobre todo en las caderas, este detalle funcional y decorativo ha cambiado de territorio, imponiéndose por todas partes. Prada las ha convertido en el elemento central de uno de sus bolsos más recientes, y aparecen por doquier tanto en las pasarelas como en la calle, transformando un detalle funcional en una verdadera cuestión de estilo.

Un detalle que se mantiene temporada tras temporada

A menudo con una función decorativa, este detalle sigue estando muy presente este invierno, especialmente en las combat boots con hebillas, que se han vuelto imprescindibles. Las hemos visto mucho en las pasarelas Primavera-Verano 2025 de Ganni, de Ann Demeulemeester o de Knwls. En cuanto a las nuevas marcas, Samira Camoscio en calzado y Sierra Rena en bolsos la han convertido incluso en un punto central de sus creaciones. 

@miumiu fw25
@miumiu fw17

Pero esta tendencia no data de la temporada pasada. Antes de convertirse en la nueva obsesión de todas las usuarias de Pinterest, la bota con hebillas estaba sobre todo asociada con un vestuario alternativo. El modelo Pirate de Vivienne Westwood, creado en 1981, fue un icono de esta tendencia: una bota subversiva, punk, que se lleva como un auténtico manifiesto político.

Sin embargo, habrá que esperar hasta la década de 2010 para que it-girls como Kate Moss o Sienna Miller la luzcan en sus pies. Hoy en día, su popularidad se dispara en el mercado de segunda mano, prueba de que la fuerza de una hebilla es capaz de sobrevivir al paso del tiempo. 

Un detalle que sublima los accesorios

Como su propio nombre indica, el bolso Buckle” de Prada es un verdadero representante de esta tendencia.  Un accesorio donde la hebilla no sirve solo para cerrar o adornar, sino que se convierte en el elemento central que articula toda la línea “Buckle”. De este modo, Prada transforma un mecanismo práctico en un símbolo casi totémico.

En el mundo textil, la diseñadora Jeanne Friot lleva aún más lejos esta exploración. Para su colección Primavera-Verano 2026, la francesa ha imaginado un vestido palabra de honor confeccionado a partir de cinturones, en el que la hebilla no es solo un adorno o un simple detalle decorativo, sino que se convierte en la propia estructura de la prenda. Fijada, multiplicada, ajustada, moldea la silueta, sustituye las costuras y redefine las líneas del vestido.

Friot recurre además al upcycling, reutilizando cinturones antiguos para dar vida a nuevas formas. El accesorio de ayer se convierte en la materia prima de hoy. Un trabajo en torno a la hebilla que cierra con maestría un círculo virtuoso y que propone, al mismo tiempo, una reflexión sobre la manera de crear, transformando un símbolo de sujeción en un gesto de libertad creativa.

Concebida en un principio como un elemento ornamental, la hebilla se ha convertido en una materia prima, una herramienta funcional que además redefine la silueta. Ahora la encontramos reinterpretada, multiplicada, cerrando, uniendo y sosteniendo, pero también esculpiendo.

De este modo, la hebilla supera hoy en día su papel inicial de accesorio funcional. En los zapatos, define el estilo; en las botas, impone una actitud; en los bolsos y en la ropa, se convierte en una pieza clave. El invierno de 2025 lo confirma: la hebilla está en todas partes y, sobre todo, ya no se limita a ceñir la cintura, sino que además sublima la silueta.

¿Cómo apropiarse de la hebilla?

Al liberarse de su simple función de cierre, la hebilla libera la silueta. Ya no se cierra para apretar, sino que abre nuevas formas de vestir.

Las combat boots con hebillas, por ejemplo, permiten dos enfoques diametralmente opuestos, siendo esto lo que las hace tan interesantes. La primera opción es adoptar su lado rock y alternativo.  Combinadas con unos vaqueros skinny negros, una chaqueta militar o una cazadora de cuero, crean un look que transmite determinación y carácter. Una apropiación del estilo, pero modernizada.

La segunda opción es revertir por completo ese aire punk. Las botas sólidas y estructuradas son perfectas para crear un contraste estiloso con un vestuario bohemio. Combínalas con vestidos fluidos y tejidos naturales, con cortes amplios que caigan alrededor del cuerpo y con tonos beige, blanco roto o marrones claros, provocando un bonito contraste entre la rigidez del calzado y la suavidad de la prenda.

Los zapatos de tacón de aguja con hebillas crean un tipo de silueta completamente diferente. Para evitar un look demasiado formal, es mejor llevarlos con prendas streetwear. ¿Cuál es la combinación perfecta? Unos vaqueros baggy de lona rígida y talle bajo acompañados de un bomber corto. Una silueta al estilo de Veneda Carter, que domina a la perfección este equilibrio. Las hebillas aportan un toque metálico, casi como una joya, que contrasta con el denim bruto y el nylon de la bomber.

En la actualidad, la hebilla supera ampliamente su función puramente práctica para convertirse en un elemento que estructura un vestido, esculpe una bota o transforma un bolso en una pieza icónica, difuminando las fronteras entre accesorio, detalle decorativo y elemento central de la silueta. En 2025, la hebilla ya no se luce solamente en la cintura: es el detalle que ajusta el estilo, en todos los sentidos.

Artículo de Julie Boone.