La ballet-sneaker, el renacer de un modelo híbrido

Abr 15, 2025 | Brands, Style

¿Por qué tendríamos que renunciar a nuestras deportivas favoritas por unas bailarinas a la moda cuando es posible llevar las dos al mismo tiempo? Esta nueva tendencia, que combina comodidad y feminidad, nos trae muchos recuerdos y ofrece una visión moderna de lo femenino.

La bailarina, un calzado muy versátil 

Considerada durante mucho tiempo como “pasada de moda”, y relegada al vestuario infantil o adolescente, la bailarina vuelve de manera espectacular, logrando incluso convencer a los más escépticos. Adoptado por las marcas de alta costura, este calzado es de nuevo tendencia: adornado con strass en Alaïa, decorado con amuletos en Miu Miu o con versiones puntiagudas o cuadradas en Gucci y Stella McCartney, cada una de estas marcas ha sabido imponer su propia interpretación, ofreciendo una variedad que atrae tanto a los amantes del minimalismo como a los más excéntricos.

Muy visible desde hace varias temporadas, la bailarina sigue evolucionando para adaptarse a nuestro ritmo de vida cada vez más frenético. Por eso, son muchos los diseñadores que la han reinventado en versión sneaker, para que podamos utilizarla en la jungla urbana con mayor comodidad. Adiós a la suela ultraplana, poco recomendada por los podólogos: ahora se imponen las suelas más gruesas e incluso con plataforma, para ganar altura sin renunciar al confort.

La danesa Cecilie Bahnsen es una figura emblemática del estilo ballet-core, y ya ha colaborado varias veces con Asics, arrastrando hacia esta tendencia a una nueva generación de marcas como Sandy Liang, que ha codiseñado un modelo junto a Salomon.

Estos modelos híbridos se distinguen por su aspecto técnico, que incorpora suelas gruesas y detalles que recuerdan tanto al calzado de danza como a las zapatillas deportivas.

La tendencia Y2K reinterpretada

Al igual que la bailarina clásica, la ballet-sneaker no es un invento reciente. Ya a principios de los años 2000, este calzado destacó en su versión deportiva gracias a Miuccia Prada, que la desarrolló tanto para Prada como para su nueva marca Miu Miu, fundada en 1993. Visionaria, la diseñadora italiana desmontó una cierta idea de la feminidad, alejándose de los estándares mediterráneos tradicionales.

Los gigantes de la sneaker, como Adidas, Puma o Nike, también han revisitado la bailarina, proponiendo modelos muy variados, a menudo muy planos, con cordones diferentes o formas tipo Mary Jane. Hoy en día, estas marcas están aprovechando el regreso de las bailarinas para actualizar algunos de sus modelos, contribuyendo a la expansión de esta nueva moda.

El modelo de Adidas, la Taekwondo Mei, retoma las formas de un modelo Y2K que hoy en día es más bien raro, añadiendo un cordón atado al tobillo que evoca sutilmente la estética de la bailarina clásica. Por su parte, Puma apuesta por la Speedcat, un modelo icónico reinterpretado en color plateado y con un toque claramente futurista. La Mostro, en cambio, se transforma en una Mary Jane ultra técnica. Los amantes de las tabis, que se inspiran del calzado tradicional japonés, esperan con impaciencia el anunciado regreso de la Nike Air Rift, que será sin duda una de las zapatillas estrella del año 2025. 

Además de estas reediciones, Adidas Originals ha recurrido a la creativa Taqwa Bint Ali para imaginar dos modelos adaptados a la ciudad. Asics, por su parte, se ha asociado con HEAVEN by Marc Jacobs y Kiko Kostadinov para reinterpretar la ballet-sneaker. El diseñador búlgaro y las hermanas Fanning, encargadas de la línea femenina, tienen como objetivo absoluto crear piezas capaces de satisfacer las necesidades de una generación dinámica.

Un calzado en sintonía con su época 

Puede que la ballet-sneaker represente exactamente lo que buscan las mujeres hoy en día: una sabia combinación de confort y versatilidad. Adaptada a los estilos de vida más urbanos, la bailarina deportiva se impone como un modelo indispensable.

Combinado con un pantalón de traje y una camisa, este calzado es perfecto para un look workwear. Usada con una falda corta (en forma de trapecio, plisada o abullonada), y calcetines o medias divertidas, la ballet-sneaker revela todo su potencial. Para revitalizar su ADN streetwear, la ballet-sneaker se lleva también con un pantalón cargo de algodón y una camiseta de tirantes ajustada.

Las combinaciones de la ballet-sneaker son infinitas. Y precisamente es esta versatilidad lo que gusta a las mujeres actuales. Un calzado capaz de combinar con cualquier estilo, ya sea para ir al trabajo o para salir una noche con amigas.

¡Larga vida a las ballet-sneakers!