Símbolo de las vacaciones por excelencia, la chancla va más allá de la arena de la playa, tomando las calles de la ciudad. Transformado por los diseñadores, este calzado se convierte ahora en un accesorio de moda por derecho propio.
Un calzado icónico y barato símbolo de lo cool
Disponibles tanto en los mercadillos veraniegos junto al mar, como en supermercados y tiendas de recuerdos, las chanclas son un calzado imprescindible para el verano. Fieles compañeras de las maletas estivales, las chanclas no tienen edad ni época. Su estilo inconfundible se presenta en infinitas versiones: sobrias o extravagantes, lisas o estampadas, de plástico o de cuero, e incluso a veces con purpurina. Económicas y fáciles de calzar, encarnan la idea de un verano sin complicaciones, ¡con los pies siempre al aire!Sin embargo, las cosas están cambiando. Si hasta ahora las chanclas evocaban el descanso y la relajación, este calzado es el protagonista de un giro inesperado hacia el mundo de la moda.
En EGONLAB, la chancla se lleva en la mano


Una prueba clara de que la chancla se impone más allá de la playa es que ya ha pisado las pasarelas de la Fashion Week de París. Durante su desfile SS26, EGONLAB presentó una colaboración inédita con Havaianas en la que, sorprendentemente, las chanclas se llevaban en la mano, como un accesorio híbrido.Inspirada en Bretaña, tierra natal del abuelo de uno de los fundadores de la marca, esta versión está hecha de cuero y de detalles de cuerda marinera. Una reinterpretación sofisticada que evoca recuerdos muy emotivos.
Havaianas, ¡por todas partes!
Aunque Havaianas sigue siendo la marca de referencia en el mundo de las chanclas, no se duerme en sus laureles. En las últimas temporadas ha multiplicado las colaboraciones estratégicas, apostando por marcas que crean tendencia. Un perfecto ejemplo de ello es su reciente colaboración con el sello barcelonés Gimaguas.

Estructurada en dos etapas, esta colaboración se hizo viral primero en TikTok, donde los internautas se apropiaron del diseño para crear sus propias versiones en modo DIY. Tras este éxito, la segunda entrega tomó una forma más exclusiva. Presentada durante un pop-up en París, en un escenario que mezclaba arena y hormigón, varios pares de chanclas estaban colocadas en casilleros transparentes, al pie de una versión gigante de metal.Este nuevo modelo, adornado con pequeñas llaves tipo amuleto de la suerte, solo contaba con 150 ejemplares disponibles, reservados para un puñado de personalidades seleccionadas por su cercanía con los universos respectivos de ambas marcas. Inaccesibles para el público, pero diseñadas para inspirar.
¿Cómo se llevan las chanclas?
En las redes sociales o con eventos físicos, Havaianas está en todas partes. En París, la marca también ha ocupado las orillas del Sena con talleres estivales de personalización y sonidos brasileños, dejando claro el mensaje: la chancla ya no se limita a las playas o a la piscina. Ahora se impone como un calzado urbano por derecho propio.


Durante el día, se lleva en versión minimalista: una chancla fina y sobria, combinada con un short de traje y una camiseta blanca de tirantes. Por la noche, hay que apostar por los contrastes: una chancla con tacón fino combinada con joyas doradas y una camisa fluida y amplia para un efecto effortless pero sofisticado. Para quienes quieren ganar unos centímetros sin sacrificar la comodidad, una buena opción es la chancla con plataforma, perfecta para un revival Y2K. Se lleva con vaqueros de tiro bajo, minifalda o vestido ajustado.
En cuanto a los diseños, hay multitud de variedades: en cuero liso o granulado para un look premium, con strass para brillar por la noche, con motivos exóticos o en versión monocolor y depurada, ¡cada chancla refleja un estado de ánimo!
Su sonido inconfundible contra el asfalto es como una brisa de verano sobre el pavimento: la chancla se abre camino lejos del mar. Llevada en la mano, con tacón o con adornos, este calzado se reinventa sin perder su simplicidad. Libre, ligera y un poco insolente, la chancla nos recuerda que, en la moda, una prenda puede salir de su contexto inicial inspirando una nueva tendencia.
Artículo de Julie Boone.