El otoño suele traer consigo lluvias y unas condiciones meteorológicas variables, lo que puede poner a prueba la resistencia de tus zapatillas. Entre las salpicaduras, las hojas mojadas y la suciedad acumulada, tus zapatillas pueden deteriorarse, por lo que es esencial saber cuidarlas para mantenerlas en buen estado.
Los cuidados de tus sneakers dependerán del material con el que estén fabricadas tus zapatillas favoritas. Aquí tienes una guía para limpiar tus sneakers sin dañarlas, según los diferentes materiales.
SNEAKERS DE CUERO: UN CUIDADO ESPECIAL
El cuero es un material elegante y duradero que requiere unos cuidados muy específicos para que no se estropee. Si has usado tus zapatillas de cuero en un día lluvioso o embarrado, comienza por dejar que se sequen al aire libre, lejos de fuentes directas de calor que puedan resecar el material. Utiliza un paño suave o un cepillo de cerdas blandas para quitar la suciedad y los residuos. Para una limpieza profunda, aplica un limpiador específico para cuero con un paño limpio. Evita los productos abrasivos o los detergentes fuertes, ya que pueden dañar el cuero. Después de limpiarlas, aplica una crema o bálsamo para cuero que les devolverá su brillo y su flexibilidad.
DEJA RESPIRAR TUS SNEAKERS DE MESH
Las zapatillas de malla o mesh, fabricadas la mayor parte de las veces con materiales sintéticos o con tela, se ensucian fácilmente con la lluvia y el barro. Para limpiar estas zapatillas, comienza por quitar los cordones y las plantillas para lavarlos por separado. Después, utiliza un cepillo de cerdas suaves para eliminar la suciedad y los residuos. Acto seguido, pon un detergente suave en un poco de agua tibia y, con una esponja o con un paño, frota suavemente las partes de malla. No sumerjas completamente las zapatillas en el agua, ya que esto puede dañar ciertos materiales. Enjuágalas con agua limpia y déjalas secar al aire libre, lejos del calor directo.
ZAPATILLAS DE ANTE: CUÍDALAS CON SUAVIDAD
El ante es un material delicado que puede dañarse fácilmente con el agua. En caso de lluvia, intenta proteger tus zapatillas de ante con un spray impermeabilizante antes de ponértelas. Si tus zapatillas se ensucian, quita la suciedad con un cepillo suave para ante. Para las manchas más difíciles, puedes usar una goma especial para ante. Evita sin embargo los limpiadores líquidos, que pueden dejar marcas. Después de la limpieza, cepilla suavemente el ante para devolverle su textura original.
LAS PARTES DE GOMA
Las partes de goma de las zapatillas, como las suelas, por ejemplo, son bastante resistentes, pero requieren una limpieza regular para mantener su apariencia. Límpialas con un cepillo de cerdas duras o con un paño para quitar la suciedad. Pon un detergente suave en un poco de agua tibia y luego frota las áreas de goma con un cepillo o una esponja. Después, enjuaga bien tus zapatillas con agua limpia para eliminar los residuos de jabón. Estas partes de las sneakers son bastante resistentes al agua, sin embargo, es mejor secarlas bien para evitar que salga moho.
LAS MÁS DIFÍCILES: LAS SNEAKERS DE TELA
Las zapatillas de tela, como los modelos de lona o fibras sintéticas, suelen ser más sensibles a la suciedad y a las salpicaduras. Para limpiarlas, empieza por quitar los cordones y las plantillas y luego cepilla las zapatillas para eliminar la suciedad superficial. Pon un producto de limpieza suave y un detergente para telas en agua tibia, frotando después con cuidado las zapatillas con una esponja o un cepillo. También puedes lavar las zapatillas de tela en la lavadora, aunque asegúrate de colocarlas en una bolsa de lavado especial para evitar daños. Sécalas al aire libre, lejos del calor directo.
CUIDADOS ESENCIALES PARA ESTE OTOÑO
Con la llegada del otoño, tus zapatillas pueden enfrentarse a condiciones climáticas adversas. Aquí tienes algunos consejos adicionales para proteger tu calzado:
– Protégelas con un spray impermeabilizante: antes de usarlas bajo la lluvia o el barro, aplícalas un spray impermeabilizante que repela el agua y evite las manchas.
– Límpialas regularmente: una limpieza frecuente evita la acumulación de suciedad y mantiene tus zapatillas en buen estado.
– Sécalas correctamente: después de limpiar o exponer tus zapatillas a la humedad, déjalas secar al aire libre y evita usar fuentes de calor directas como radiadores, que pueden dañar los materiales.
Siguiendo nuestros consejos adaptados a cada tipo de material, harás que tus zapatillas conserven su buen estado y duren más. Así, a pesar del tiempo a veces húmedo y gris del otoño, ¡seguro que tus zapatillas estarán tan perfectas como el primer día!
