El gorro de lana y la bufanda gruesa todavía no se han impuesto. Por eso, esta temporada de entretiempo aún nos deja un poco de margen para experimentar, para jugar con los volúmenes y las texturas en nuestros looks sin renunciar al confort ni a la calidez. Toma nota, porque estos son los accesorios que marcarán la diferencia este otoño.
La vuelta de una prenda Y2K que viste el cuello con estilo
Muy populares en los años 2000, las minibufandas regresan con fuerza: de rayas, al estilo de Avril Lavigne; de colores llamativos, como en Phénomène Raven; o incluso con lentejuelas, al estilo de Ashley Tisdale. Estos accesorios se llevan directamente sobre la piel, no forzosamente para proteger el cuello sino para adornarlo.
¿Cuál es su ventaja principal? Que no cubren las joyas habituales, que aparecen por debajo creando un efecto mix & match muy Y2K. Para las amantes del office-core, las corbatas clásicas, cogidas de un armario masculino o compradas de segunda mano por un precio irrisorio, se reinventan y se llevan como una mini bufanda.
Si buscas ideas, la marca francesa Suzel, que fabrica corbatas a partir de los retales de sus colecciones, tiene una oferta divertida, responsable y muy a la moda.
Medias para realzar cualquier look
Una tendencia que no es nueva pero que siempre nos sorprende: este otoño, también queremos color, estampados y personalidad. Una corriente que se refleja, sobre todo, en las medias, los calcetines y los pantis, que llaman la atención con cuadros, lunares, rayas, colores fluorescentes o motivos gráficos, ¡todo está permitido!
Esta estética ha sido popularizada por el circus-core, que se inspira en los disfraces y que apuesta por la creación de un personaje, siendo un gesto de rebeldía frente a movimientos más sobrios como el clean girl o la tradwife.
En París, las creadoras de contenido invaden Caprices, una tienda especializada que se ha convertido en una auténtica cueva de Alí Babá para quienes aman lucir unas piernas originales y con estilo.
El chal: el gesto elegante que protege sin molestar
Mitad prenda de vestir, mitad accesorio, el chal cubre con estilo unos hombros, viste un abrigo o incluso un bolso grande. Olvídate del fular informal (aunque no de su informalidad). El chal ya ha empezado a convertirse en una prenda de moda, sobre todo en los países nórdicos y en las pasarelas.
Elige uno con estampados (vichy, tartán, cuadros) y fabricado con materiales nobles como la lana o la alpaca. Llévalo sobre un abrigo en un día frío y seco, o encima de un blazer o una chaqueta de cuero para combinar estilos.
Los broches: un detalle vintage que se lleva de muchas formas
Los broches son perfectos para sujetar un chal o para añadir un toque de brillo. En invierno, las joyas suelen estar escondidas bajo las capas de ropa. Sin embargo, un broche permanece visible y aporta un toque muy bling.
Puedes combinar tamaños, colores y formas, ¡todo es posible! Además, se encuentran fácilmente de segunda mano, aunque las marcas ya están volviendo a poner de moda este accesorio retro.
Un accesorio sorprendente que resiste a todo
Otro accesorio heredado de las abuelas es la capucha de plástico transparente, de lunares o colorida, que se puede comprar en cualquier mercadillo. A diferencia del paraguas, esta prenda tan práctica protege del viento y de la lluvia sin ocupar las manos.
Para los días más secos y fríos, puedes sustituir la capucha por un simple pañuelo anudado al cuello que será igual de estético. ¿Quieres un consejo? Lleva siempre una capucha en el bolso, nunca se sabe…
La marca francesa Flotte propone una versión más durable, con modelos resistentes y muy actuales.
Ser chic está en tus manos
Los guantes son el complemento ideal para muchos looks. Los de cuero aportan un toque elegante mientras que los de colores alegran hasta la silueta más sobria.
Para un efecto haute couture, puedes ponerte unos anillos bonitos por encima o añadir una pulsera de eslabones grandes.
Para una fiesta nocturna, elige unos guantes largos de satén, que puedes llevar puestos incluso en interiores para un resultado ultra glamuroso.
La nueva silueta perfecta para el entretiempo
Las botas altas están de vuelta para hacer frente a la humedad otoñal y, más que un modelo concreto, lo que importa es la manera de llevarlas.
Una bota alta es perfecta para crear capas y dar volumen a la mitad de la pierna, sobre todo con pantalones oversized. El resultado es una silueta más estilizada de manera instantánea.
Además, son la mejor manera de dar una segunda vida a unos pantalones que se han quedado demasiado cortos.
Artículo de Julie Boone.
