A pesar de que los lunares, las flores y los colores llamativos han protagonizado la temporada estival, con la llegada del invierno, los estampados cambian de registro. Sin embargo, más allá de ser una tendencia, las rayas marineras, los cuadros escoceses, las manchas tipo leopardo o el damero más vanguardista tienen una historia. En este artículo te vamos a contar todo sobre las raíces culturales y estéticas de los estampados que vestirán nuestros looks en 2025.
Las rayas: un estampado simple con siglos de historia
Aunque hoy en día las rayas nos parezcan un estampado casi banal, este motivo simple tiene en realidad una de las trayectorias más complejas del vestuario occidental.
Durante la Edad Media, las rayas eran un marcador social que distinguía a quienes vivían al margen de la sociedad: saltimbanquis, prisioneros, juglares o músicos itinerantes. Una forma de distanciamiento social visual e inmediato, una “estigmatización textil” que perdurará hasta el siglo XX.
Sin embargo, poco a poco, este sencillo motivo empezó a banalizarse. En Francia, en la segunda mitad del siglo XIX, los marineros adoptaron los famosos jerséis rayados como símbolo, alegando que las rayas facilitaban la visibilidad de un hombre caído al mar. En la práctica, este estampado también señalaba una jerarquía a bordo, ya que eran los marineros de rango más bajo los que las llevaban.
Esto no impidió que, en 1910, Coco Chanel se apropiara de la célebre marinière que más tarde, ya en los años 80, Jean-Paul Gaultier convertiría en uno de sus mayores símbolos. Hoy en día el estampado de rayas regresa con un aire años 80 y 90, colorido y lleno de alegría.
Los cuadros nos sacan todos los colores
Los cuadros son sin duda el motivo con más carga cultural de la temporada. Para empezar, los cuadros escoceses, que cuentan una historia tanto política como estética. Emblema de los diferentes clanes escoceses, se fueron desprendiendo poco a poco de sus códigos guerreros para convertirse en símbolo del movimiento punk en los años 70, cuando Vivienne Westwood decidió adoptarlos.
Los cuadros vichy, por su parte, están unidos al imaginario rural de la posguerra, pero se volvieron icónicos cuando Brigitte Bardot los vistió en 1959. El estampado pata de gallo, por último, impone sus líneas diagonales desde los años 30, asociado siempre a una elegancia burguesa que ha atravesado décadas sin perder fuerza.
Este invierno 2025, estos motivos regresan en versiones con efecto desgastado, voluntariamente envejecidas, como si la moda buscara reconectarse con su propio pasado. Así, el cuadro se convierte en un punto de referencia, un estampado reconfortante en un paisaje saturado de información.
Los rombos: la respuesta de Arlequín a la uniformidad
Personaje emblemático de la Commedia dell’arte, Arlequín simboliza la astucia, la ligereza y la libertad de tono. Valores que hoy en día cobran un nuevo significado. En la moda contemporánea, este motivo geométrico multicolor evoca tanto un traje de escena como la búsqueda de la excentricidad. En 2025, los rombos se inscriben en la corriente circus-core, que reivindica el imaginario del circo y, con él, su exuberancia.
Pero detrás de esta tendencia se esconde un deseo profundo: romper con la uniformidad. El arlequín aporta un toque de color y fantasía a la ropa, ofreciendo una dimensión casi teatral a la silueta que nos permite asumir nuestra propia singularidad.
El estampado de leopardo: el renacer de un clásico
Si algún estampado ha logrado renacer, ese es el leopardo. Símbolo colonial en su origen, asociado más tarde con el glamour y con una forma de feminidad “fatal”, ha sufrido durante mucho tiempo de una imagen negativa. Ahora vive una nueva vida gracias, sobre todo, al sportswear.
Puma, Nike y otros gigantes de la industria lo han convertido en un estampado habitual, ya que el leopardo se luce tanto en zapatillas como en accesorios, e incluso en la ropa de entrenamiento.
El leopardo ya no es un animal de seducción: es un símbolo de seguridad, un estampado cotidiano y fácil de llevar.
El estampado de cebra: un motivo raro
Aunque el leopardo está muy de actualidad, este animal no es el único que viste nuestros looks este invierno: el estampado de cebra compite en la jungla de la moda actual.
La prueba son las siluetas de la colección Otoño-Invierno 2025 de Balmain, que presentan a una mujer poderosa, subida a unas botas mosqueteras XXL, vistiendo volúmenes exagerados con una energía salvaje, pero sin caer en los estereotipos. El estampado de cebra, menos corriente, conquista por su contraste gráfico.
Con la llegada del invierno, las capas de ropa se multiplican y, con ellas, las posibilidades de jugar con los motivos. Los rombos, las rayas, los cuadros o los estampados animales vuelven a salir del armario: se mezclan, se superponen y conviven contando cada uno su propia historia. Aunque cada temporada trae consigo ciertas tendencias efímeras, los clásicos (rayas, cuadros escoceses, leopardo) poseen un poder intemporal. Ahora más que nunca, vestir un estampado es lucir un fragmento de historia, un pedazo de cultura y, como no, un toque de pura exuberancia.
Artículo de Julie Boone.
