Colores llamativos, estampados hipnóticos y un inconfundible estilo dolce vita: Pucci vuelve de forma espectacular bajo el signo del maximalismo chic. Con Camille Miceli al frente, la casa italiana renace sin traicionar su ADN exuberante. Inspirándose en su pasado, pero con una energía renovada, Pucci encarna hoy más que nunca una moda alegre, vital y profundamente libre. Un soplo de aire fresco en medio de un panorama dominado por los tonos neutros y las siluetas demasiado prudentes.
Una maison histórica nacida para deslumbrar
Fundada en 1947 por Emilio Pucci, la marca italiana lleva la firma de un creador con un destino casi de novela. Descendiente de una familia aristocrática de rancio abolengo, ostentaba incluso el título de marqués. Sin embargo, Emilio fue el primero de su linaje en trabajar… aunque, en realidad, lo hiciera casi por casualidad.
Todo empezó en las pistas de esquí. Gran amante de los deportes de invierno y esquiador consumado, Pucci comenzó diseñando los trajes del equipo olímpico italiano. En cambio, fue una de sus amigas, vestida por Pucci, quien captó la atención de un fotógrafo de Harper’s Bazaar. Fascinado, el redactor jefe de la revista le encargó una colección de prendas y accesorios para un editorial de moda. Así nació la marca Pucci.


A partir de 1950, Emilio Pucci se dedicó por completo a la moda y abrió su primera boutique en Capri. Fue, además, el primero en utilizar el término pantacourt. Apodado el «príncipe de los estampados», desarrolló un universo psicodélico, pop y muy gráfico, reconocible al instante. Sus piezas se convirtieron en el uniforme de la jet set de los años 60 y 70: desde Marilyn Monroe hasta Jackie Kennedy, todas sucumbieron a su estética colorida que evocaba la dolce vita.
Camille Miceli, el renacimiento contemporáneo
Ahora, unos años después de la compra de Pucci por LVMH, un nuevo capítulo se abre para la marca italiana. Desde 2021, Camille Miceli está al frente de la maison. Franco-italiana y con experiencia en Dior y Louis Vuitton, esta diseñadora ha trabajado durante mucho tiempo en líneas de accesorios antes de asumir por fin su primera dirección artística completa. ¿Cuál es su estilo? Una ropa para mujeres con un enfoque alegre y, sobre todo, conectado con la realidad de quienes la llevan.



Nada más llegar se sumergió en los archivos de la casa, rescatando estampados, tejidos y colores, pero reinventando los cortes. El estilo Pucci de los años 2020 respeta la visión de su fundador, pero se adapta por completo a nuestra época. La prueba más clara de que estas piezas del pasado funcionan en el presente es el regreso del capri, un pantalón corto, ajustado y a menudo de talle alto. Una prenda que hemos visto por todas partes este verano, y que, por lo visto, seguirá marcando tendencia incluso a mitad de temporada.
Camille Miceli ha modernizado también la manera de presentar la marca, con un desfile en Portofino y colaboraciones con creadoras de contenido influyentes como Maïna Suarez, MV Tiangue o Carla Ginola en Francia. A nivel internacional, la casa confeccionó un look a medida para Hailey Bieber con motivo del lanzamiento del Club Rhode en Palma de Mallorca.
¡Viva el maximalismo!
En un panorama de la moda dominado por una cierta sobriedad, con tonos neutros, cortes minimalistas y siluetas discretas, los colores y estampados de Pucci irrumpen como un auténtico electroshock. Frente a los que optan por la contención, la casa italiana reivindica el movimiento, la libertad y una generosa dosis de alegría.


En Pucci, la tradición no se traduce en minimalismo. Al contrario, el legado de la casa es exuberante: lleno de motivos psicodélicos y de colores saturados. Esto fue precisamente lo que marcó su edad de oro en los años 60 y 70, una época en la que la moda se concebía, sobre todo, como un medio de liberación.
El uso intensivo del color tenía entonces un significado: demostraba una emancipación y un rechazo de las normas. Los tonos pop eran un grito visual, un instrumento de rebeldía que afirmaba una singularidad muy propia. En un mundo que a veces parece querer apagarse, ¿vestirse de Pucci no es una forma sutil pero visible de recuperar el poder?
Artículo de Julie Boone.