La vuelta del polo de estilo deportivo 

Ago 4, 2025 | Brands, Fashion

Lacoste, Ralph Lauren, Fred Perry. El polo vuelve con fuerza esta temporada, combinado con pantalones baggy, deportivas altas o prendas de estilo workwear. Con un toque entre burgués y streetwear, esta prenda icónica muestra una gran versatilidad y se adapta a todos los estilos.

Los orígenes del polo

El polo nació en las pistas de tenis en los años 1920. En aquella época, los jugadores disputaban sus partidos con camisa y corbata. Pero un deportista visionario revolucionó la indumentaria del tenis al imaginar una prenda de manga corta hecha de piqué de algodón, ligera y transpirable: René Lacoste. 

Una vez acabada su carrera, Lacoste fundó su propia marca, con la que comenzó a comercializar el polo en una gama de colores inéditos (en un principio era únicamente blanco), sacándolo de las pistas para conquistar a un nuevo público.

En 1950, al otro lado del Canal de la Mancha, otra revolución se puso en marcha: la marca británica Riviera propuso una versión veraniega del polo, más ligera, con un bolsillo de parche y un botón menos. El polo abandonó así la tierra batida para instalarse en las estaciones balnearias e imponerse en el vestuario de vacaciones, convirtiéndose en una prenda asociada al descanso, ideal para llevar en la costa.A partir de 1960, el polo experimentó un auge mundial, siendo adoptado tanto por las élites estadounidenses, como el presidente John F. Kennedy (encarnación del estilo preppy), como por los estudiantes de las universidades de la Ivy League. La marca Ralph Lauren contribuyó, en gran medida, a convertirlo en un símbolo del chic a la estadounidense. Al mismo tiempo, en Jamaica, los rude boys se apropiaron del polo en versiones de ganchillo, a menudo muy coloridas. Así, el polo fue adoptado masivamente por el público masculino, desde las altas esferas hasta la calle. Sin embargo, habrá que esperar hasta los años 2000 para que entre en los armarios femeninos.

La estrella de las pasarelas 

El polo volvió a ser la estrella de las pasarelas con la colección primavera-verano 2024 de Miu Miu, cuando la marca italiana reinventó esta prenda jugando con las superposiciones. Los modelos lucieron polos por debajo o por encima de una camisa, con cuellos superpuestos y mangas remangadas. El conjunto se combinaba con una microfalda o con un short de playa, con un estilo desenfadado, pero cuidadosamente elaborado. Una prenda que se unía igual de bien con unos vaqueros color crudo, logrando una silueta más urbana.

Desde entonces, el polo ha seguido imponiéndose en las pasarelas. Para la colección primavera-verano 2025 de Balenciaga, Romeo Beckham ha desfilado con un modelo corto de rayas rosas, con el cuello levantado al estilo de los años 2000. Por su parte, Loewe ha apostado por una versión mini de lana gris, destacando la sensualidad de esta prenda en apariencia mucho más sobria.

Esta tendencia también está dando origen a colaboraciones, como la que ha unido a la marca francesa Comme des Garçons con Fred Perry, label icónico del polo británico. Un encuentro inesperado que confirma que el polo aún no ha dicho su última palabra.

El polo en versión femenina

Como dice Kim Petras en su tema Polo: «You wanna get me out my polo shirt, my polo and my mini skirt», el polo también se lleva en versión femenina. Como la cantante, puedes combinarlo con una minifalda y con tacones de plataforma, para un look Y2K. Un polo tan ajustado que deja entrever el color de la ropa interior.

También puedes llevar un polo femenino con corte oversize, como la estilista e influencer Marie-Victoire Tiangue, que lo prefiere colorido o de rayas. Para darle un estilo diferente sin perder comodidad, desabrocha todos los botones y deja tu piel al descubierto. Si el cuello lo permite, también puedes dejar caer un hombro, añadiendo un toque de originalidad.

Minimalista o colorido, ajustado u oversize, el polo es un claro ejemplo de prenda camaleónica: en un solo look puede evocar la Ivy League o coquetear con el vestuario rave del estilo Y2K. Pero es precisamente esa capacidad de adaptación la que convierte a esta prenda en una leyenda. En 2025, se lleva con plataformas, unas bermudas baggy, un cuello caído o mangas remangadas. Una prenda híbrida que puedes reinterpretar como tú quieras.

Artículo de Julie Boone.