Plein Sud, una marca que siempre gusta

Sep 1, 2025 | Brands, Fashion

Durante más de 20 años, Plein Sud ha competido con las grandes marcas de prêt-à-porter de lujo. Con anuncios y editoriales en las revistas más destacadas, y con boutiques en las principales ciudades del mundo, la marca afirmaba su presencia en todos los frentes. Este es el análisis de un ascenso… que aún no ha terminado.

Una marca multicultural

Plein Sud nació en 1984 de manos de Fayçal Amor, un creador cosmopolita. Nacido en Tánger de madre rusa y padre marroquí, infundió a sus creaciones una diversidad cultural rara, entre el refinamiento parisino y el calor del Mediterráneo.

Los nombres de sus colecciones ya dan una idea del estilo: Modern Times, Songe d’une nuit d’été, The Bohemians, Romantic Beatniks. Un soplo de libertad poética que definía cada prenda y cada temporada. Un enfoque que aprendió en las marcas Pierre d’Alby (donde fue director artístico), Jean-Charles de Castelbajac, Agnès b. y Emmanuelle Khanh, antes de fundar Plein Sud, una marca que combinaba audacia y sensualidad.

Desde sus inicios, el creador fue muy exigente con la calidad. Todas las prendas de Plein Sud se producían en su propia fábrica de Châtellerault, en Francia. Una de las más modernas de Europa en aquella época. Su obsesión por el detalle y por el corte perfecto forjaron la reputación de la marca.

Pero Fayçal Amor no fue solo un creador con talento. También fue un mecenas. En la década de los 80 acogió, en sus instalaciones parisinas, a nada más y nada menos que John Galliano, en un momento en que el creador británico tenía dificultades para hacer despegar su marca. En 1992, Amor llegó incluso a comprar temporalmente su marca para ayudarle a seguir adelante.

La década de los 90: la edad de oro de Plein Sud 

La década de los 90 marcó el apogeo de Plein Sud. Su estilo era reconocible entre miles: asimetrías atrevidas, drapeados fluidos, materiales nobles, cortes precisos y una feminidad asumida. Las chaquetas, faldas y tops de cuero con cordones al estilo corsé eran armaduras modernas y súper sensuales. La estética de la marca jugaba simultáneamente con los códigos de la fuerza y la seducción.

En 1993, la campaña String Me Along dejó huella por ser muy provocadora y vanguardista. Plein Sud se volvió imprescindible. Las estrellas la adoptaron: Britney Spears, Sienna Miller, Sarah Jessica Parker, e incluso Madonna, que lució un conjunto emblemático de denim en su videoclip Ray of Light en 1998.

La marca abrió entonces varias boutiques en los barrios más prestigiosos de París, especialmente en la avenida Montaigne y en Saint-Germain-des-Prés, confirmando su estatus de marca de prêt-à-porter de lujo. Pero en los años 2000 la marca dio un frenazo. Plein Sud seguía presente, pero parecía menos en sintonía con su época. Algunas boutiques emblemáticas cerraron sus puertas, mientras que otras intentaron mantener el rumbo a toda costa. Como prueba de su notoriedad aún viva, la marca se instaló por un tiempo en el Printemps Haussmann, símbolo de su reconocimiento ante el público.

Sin embargo, esta década fue el inicio de una lenta agonía. Aunque el estilo seguía siendo reconocible y las colecciones mantenían una coherencia, la marca parecía desfasada con respecto a las evoluciones del mercado y las expectativas de una nueva generación de consumidoras.

El renacer gracias a la segunda mano

Plein Sud cesó su actividad en 2018. En cambio, lejos de desaparecer, la marca ha experimentado un renacer gracias al mercado de segunda mano.

En una entrevista concedida a El País, Fayçal Amor ha afirmado, con una sonrisa, que «las chicas jóvenes empiezan a ponerse los vestidos de sus madres», y no puede ser más claro. Gracias a piezas intemporales y a una calidad de fabricación notable, Plein Sud atraviesa generaciones. Su ropa se transmite, se colecciona y sigue siendo tan deseada como siempre.

Hoy en día, la marca es una de las más buscadas en plataformas de segunda mano como Depop, Vestiaire Collective o Vinted, donde algunas prendas se venden a precio de oro. Este nuevo interés confirma lo que los expertos saben desde hace tiempo: Plein Sud no sigue las tendencias, las anticipa.

Marca de culto de los años 90-2000, Plein Sud nunca ha desaparecido realmente. Gracias a la fidelidad de sus incondicionales, a la transmisión generacional y al éxito de la moda circular, vuelve a los armarios de las más entendidas. Un estilo reconocible entre miles y una historia fuera de lo común que, definitivamente, siguen conquistando.

Artículo de Julie Boone