Las gafas que nos protegerán del sol esta temporada

Jul 25, 2025 | Brands, Fashion

Las gafas de sol son un detalle esencial para un look veraniego y elegante. Esta temporada, las tendencias oscilan entre monturas estilo Y2K, cristales tintados y formas retro o futuristas. ¿Qué modelos se llevan? ¿Cómo combinarlos? Para que puedas elegir, aquí hacemos un repaso a los diseños más vistos en las pasarelas, en la calle y en las redes sociales.

El Club Soleil de Jimmy Fairly 

Es imposible no darse cuenta: las tiendas de Jimmy Fairly han aparecido por todas partes. Convertida en una referencia accesible, la marca francesa sigue conquistando con su oferta. Un equilibrio que se refleja en su reciente colaboración con Reformation, la marca estadounidense eco-responsable.

Una colección cápsula de gafas de sol ultra deseadas al alcance de la mano, donde dominan las monturas finas y rectangulares. Con una clara referencia a los años 90, la colección nos remite a iconos como Julia Roberts o Winona Ryder, que convirtieron estas líneas marcadas en su sello personal.

@jimmyfairly

Pero en Jimmy Fairly las monturas oversize también están de moda. La Nax, la Elma, la Gabrie, la Lars o la Halo tienen nombres que suenan a personajes de una novela escandinava, y comparten una misma ambición solar: atraer todas las miradas mientras permanecemos ocultos tras unos cristales ahumados. 

Y es que, en el fondo, aunque optemos por formas redondeadas o por siluetas más angulosas, el objetivo es el mismo: mirar sin ser visto.

Y para quienes prefieren la discreción y el refinamiento, Jimmy Fairly también ofrece modelos más minimalistas, como la Emmy, entre ovalada y rectangular, o la Hila, con una fina montura ovalada de acero.En SNSP nos encanta el modelo Aela: una montura futurista con cristales ahumados XXL al estilo “ojos de extraterrestre”. Su diseño recuerda a las gafas de los años 2000 llevadas por Paris Hilton y Nicole Richie en The Simple Life, aunque reinterpretadas en una versión más depurada y minimalista. Y, como si vinieran de otra galaxia, habrá que armarse de paciencia: la Aela aún no ha aterrizado en las tiendas.

Dar una segunda vida a las gafas

Frente a la urgencia ecológica, una nueva generación de marcas de óptica apuesta por lo vintage y la segunda mano. Estas tiendas se parecen mucho a las ópticas tradicionales, con una diferencia clave: cada montura es única y está reparada, a veces solo ligeramente.

@camillemonpach

En Francia, se estima que más de 100 millones de pares de gafas yacen olvidadas en el fondo de los cajones. Un potencial inmenso que, si se reactivara, permitiría reducir considerablemente el impacto ambiental asociado a la fabricación de nuevas monturas. No necesitaríamos extraer más materias primas, ni emplear más energía en producir algo nuevo. Solo tiempo, paciencia y un buen ojo para descubrir modelos olvidados.

En París, las ópticas de segunda mano se están multiplicando. A la cabeza, la boutique Seconde Vue, ubicada en pleno Marais, que ofrece una cuidada selección de monturas de alta gama que van desde las más discretas hasta las más extravagantes.

Si las gafas ya están adoptando la tendencia vintage, otro mercado paralelo, en plena expansión, convierte la tecnología en su nuevo terreno de juego. Hoy en día, las gafas ya no son solo una cuestión de estilo, sino también una herramienta para afrontar mejor el día a día.

Cuando el estilo se une a la tecnología

Aún no están en todas las caras, pero ya representan un punto de inflexión. Las gafas conectadas (o smart glasses) han dejado de ser un elemento de ciencia ficción para convertirse en una realidad. Grabar lo que uno ve, escuchar música, obtener traducciones en tiempo real o consultar mensajes son funciones que ya se están integrando en monturas de diseño discreto.

@ameliagray

Algunos modelos incluso permiten grabar en alta definición, hacer llamadas, recibir notificaciones o interactuar con un asistente de voz sin necesidad de sacar el teléfono. Su uso se ha vuelto tan intuitivo que casi nos olvidamos de que las llevamos puestas. Y es precisamente esa invisibilidad la que fascina tanto como molesta.

Ya que, detrás del avance tecnológico que representan, surge una cuestión de ética social: ¿se puede grabar a alguien sin que lo sepa? ¿Dónde está el límite entre innovación práctica y violación de la privacidad? Una cosa está clara: con estas gafas, no solo evoluciona nuestro estilo, sino también nuestra forma de ver y de ser vistos en el mundo.

Entre nostalgia asumida, conciencia ecológica y fascinación por el futuro, las gafas nos permiten ver el mundo de otra manera. Elegir un par de ellas es también optar por la mirada con la que observamos nuestro entorno. Un filtro vintage, futurista o comprometido, aunque siempre muy personal.

Artículo de Julie Boone