Reservado durante mucho tiempo a los uniformes del ejército, el estampado militar o de camuflaje ha atravesado las épocas, pasando de ser un símbolo cultural a desfilar en las pasarelas de moda. Emblema de los militantes pacifistas adoptado por el streetwear, este print no deja de ser reinterpretado: marcas como BAPE o Louis Vuitton le han dado una nueva vida en 2025. Aquí tienes un breve repaso de este estampado paradójico, creado para camuflarse, pero que no pasa desapercibido.
Breve historia de un motivo icónico
El tejido de camuflaje, tal y como lo conocemos hoy en día, tiene sus orígenes en la Primera Guerra Mundial, cuando el pintor francés Louis Guingot diseñó los primeros prototipos para el ejército francés. En aquella época su objetivo era claro: volver invisibles a los soldados para que no fueran vistos durante la batalla. Toda una revolución ya que, hasta entonces, los uniformes militares estaban diseñados para ser llamativos, permitiendo distinguir mejor los bandos en el campo de batalla.



Sin embargo, este estampado no se generalizó hasta la Segunda Guerra Mundial, cuando empezó a adaptar sus tonos a las diferentes estaciones y terrenos. En invierno predominaban los colores claros, mientras que en los bosques, los verdes y marrones formaban parte del uniforme. Con un uso inicial puramente práctico, este motivo se convirtió rápidamente en un símbolo: el del ejército. Pero las cosas evolucionaron. En los años 60, en plena guerra de Vietnam, el camuflaje cambió de bando, siendo adoptado por los militantes pacifistas. Este cambio de sentido (de uniforme de guerra a estandarte de paz) marcó el inicio de una transformación cultural que no cesó de intensificarse.
En los años 90 y 2000, el camuflaje invadió la cultura pop. El estampado militar apareció en las pasarelas, como en los desfiles de Christian Dior bajo la dirección de John Galliano (primavera-verano 2001), aunque también fue protagonista de videoclips musicales, desde I’m a Survivor de Destiny’s Child hasta la estética Y2K de Paris Hilton, que lo combinó de manera original con el rosa Barbie.
El estampado camo según Bape
Es imposible hablar del estampado militar sin mencionar A BATHING APE®, la marca japonesa fundada en 1993 por Nigo, actual director artístico de Kenzo y figura clave del streetwear. Ya en 1996, BAPE introdujo su primer estampado de camuflaje: un diseño inmediatamente reconocible que se ha convertido en una de sus señas visuales más emblemáticas.
Con su estética casi psicodélica, el tejido de camuflaje de BAPE es una verdadera reinvención del estampado, siendo más gráfico que militar. Representa una visión híbrida, a medio camino entre la cultura japonesa, el hip-hop estadounidense y el universo Y2K.


En su colección otoño-invierno 2025, titulada Connect with People, la marca sigue desarrollando esta gramática visual. En un mundo fracturado por los conflictos, BAPE reivindica la ropa como un medio de expresión y de conexión humana. Alimentándose de la energía de los años 2000, la colección fusiona colores vivos, influencias del sportswear (snowboard, hockey, fútbol americano) y del graffiti.
A simple vista, construir una colección sobre el tema de la reconexión humana basándose en un motivo nacido para disimular, protegerse e incluso aislarse, puede parecer una paradoja. Pero es justamente este contraste entre el mensaje y la estética el que resalta la riqueza del camuflaje: un estampado cargado de contradicciones, marcado por múltiples historias y constantemente reinterpretado.
Entre las piezas más destacadas de la colección se encuentran las chaquetas militares con cortes láser 3D en forma de BAPE STA™, los pantalones técnicos y el gran regreso de la legendaria sudadera con capucha Shark Full Zip, reinterpretada en Tree Edge Camo, con una paleta de tonos tierra. Una novedad es la introducción del Cloud Camo, un nuevo motivo realizado en denim teñido y enriquecido con bordados Sashiko, una técnica artesanal japonesa.
El nuevo camuflage : una neutralidad engañosa
Lejos de sus raíces exclusivamente militares o de streetwear, el camuflaje está ahora presente en todas partes. Lo hemos visto en las pasarelas otoño-invierno 2025 de Louis Vuitton, pero también en Blue Marble, donde se libera de los códigos militares clásicos. En las redes sociales, el camo es el estampado estrella de las it girls, que lo usan en pequeñas dosis: en un bolso Diane V. como la cantante Mélissa Bon, en una camiseta como Paloma Elsesser o en unos shorts cargo como la estilista Sierra Rena.


Este regreso triunfal también forma parte de una tendencia más amplia: el revival de los excedentes militares, que vuelve a poner de moda una parte de este vestuario, como las chaquetas M65, los pantalones de camuflaje (treillis) o las gorras, con el camuflaje como líder indiscutible.
Omnipresente, aunque a veces pase casi desapercibido, el estampado de camuflaje forma parte hoy en día del lenguaje visual de la moda. Una herramienta de expresión con un significado más político que nunca.
Artículo de Julie Boone.